La cosecha final está cerca y cuando el trafico llega a su fin, el imperio del demonio también. Mientras el mundo no se guía por la ley moral, sino que por la ley del trafico. El colapso económico inicia con inflación y para salir de ambos problemas, la solución del mundo es la guerra. Los ángeles caídos y los impíos serán la carne de cañón, pero los siervos de Dios serán sacrificio vivo al Padre eterno.